jueves, octubre 26, 2006

Un extraño suceso



Antonieta estaba feliz por primera vez después de muchos años, llevaba una semana limpia y con un trabajo que si bien no le reportaba muchas ganancias, le permitia caminar con la frente en alto. Por primera vez, en años, sentía que tenía una verdadera oportunidad y que la vida le sonreía, ahora parecía que el sol también alumbraba para ella...

Ese día despertó temprano, decidió salir a correr, total, aún habia tiempo para llegar a su hogar. Corrió muchísimo y sentía que con cada paso se encendía su corazón y su cuerpo se llenaba de un delicioso y renovado aire de libertad... Al llegar a casa, un extraño sentimiento se apoderó de ella, comenzó a sentir retorcijones en el estómago, mariposas les llaman algunos, pero no eran aquéllas que se producen por enamoramiento, eran mariposas que vaticinaban un mal hado...

Entró a su casa, se baño y vistió para ir a trabajar, un sencillo vestido gris y zapatos como de enfermera vinieron a cambiar las ajustadas ropas con que vestía para ir al cabaret.

El día trancurrió con completa normalidad, sin embargo, aquél presentimiento la mantuvo angustiada...De pronto, justo cuando llegaba a casa, vio un automóvil que se acercaba...ella conocía aquél automóvil, sintió pavor al verlo, no podía ser que esta sombra amenazase nuevamente su vida...

el auto no se detuvo, siguió de largo, lentamente, por el lado de Antonieta...

Su corazón se paralizo, un hielo sepulcral recorrió su espalda, el temor no le permitió correr o hablar, quedo estupefacta, pensando que tal vez ese sería su último instante de paz, pero el auto no se detuvo, nadie asomo por la ventanilla, nadie dijo nada...

Antonieta no podía creer aquéllo, y en vez de tranquilizarla, le provocó aún más temor...

corrió a la puerta de su casa, y en el buzón encontro un sobre, no quería abrirlo, tal vez podía contener la respuesta a su presentimiento, tal vez podría ser una mala noticia, y ella no quería malas noticias no esta vez, no otra vez...

Finalmente decidió tomar el sobre, no tenía remitente, solo decia "Antonieta"

abrió el sobre....

en su interior... $500.000 en efectivo.

Antonieta palideció, sus piernas flaquearon, cayó al suelo con el sobre en la mano, y se quedó perpleja bajo una lluvia que comenzaba a caer en la ciudad.

2 comentarios:

Andrés dijo...

Quiero quiero!!!

quiero que me pase eso

Bonita historia

me encanta tu blog...
dale... pasate por casa a tomar unos mates...

Un beso

A.-

Supreme Lord dijo...

En realidad no creo que haya sido un extraño suceso sino una cuestión de tiempo de que pasase eso en algún punto de la historia, hasta ella lo sabía, lo presentía, quizás hay ciertas cosas que uno que por más quiera no las puede abandonar pero Antonieta está batallando por eso, está siendo una ardua batalla y espero que no la pierda.

Besos miles.